Aquelarre | Los obsequios de la navidad
*Para estas fechas en que se celebra el nacimiento del niño Dios, suelen pedirse algunos obsequios de Navidad, pero otros llegan sin ser esperados... y no siempre son bien recibidos
Tanya Ortiz *
De mi niñez no tengo recuerdo alguno de regalo en especial que yo haya querido recibir en la Navidad; tengo presentes unos patines, una muñeca, una flauta, ropa, libros... y son estos los no pedidos que más satisfacción me han dejado.
Así se dejan las cartitas al niño Dios y, tantos niños como jóvenes y adultos -aquellos que quieren porque otros ya están muy amargados y no quieren hacerlo- procuran externar sus deseos navideños y pedir algún regalo "porque se han portado bien en todo el año"; otros no piden nada, pero el niño Dios, bondadoso como es, o Santa Claus para los que creen más en él, también les trae.
Previo a las fiestas navideñas este 22 de diciembre el gobernador David Monreal dio a los oficiales de vialidad -a los támaros, a los tránsitos, a los tamarindos o los mordelones, como usted los quiera llamar- la noticia de un buen regalo que tal vez muchos esperaban desde hace tiempo y que sí lo habían solicitado pero no tenían la certeza de cuándo se los podrían dar si es que esto era posible: un aumento salarial de casi el doble a ver que en mucho empatará sobre todo en aquellos que apenas ganan 7 mil pesos al mes.
Y vaya que este es un gran regalo de Navidad.
Otros que recibieron un regalo fueron los vecinos y comerciantes del bulevar Adolfo López Mateos que, tal vez durante años han batallado con las tomas de agua de sus casas y negocios y con la red de drenaje sanitario porque son sistemas hidráulicos bastante añejos, o tal vez no han batallado nada pero el Estado decidió iniciar con la rehabilitación de estas redes para que esté en óptimas condiciones... para cuando llegue el momento de construir el viaducto elevado.
Siempre lo he dicho: No hay mal que por bien no venga.
En la gran mayoría de obra pública hay grupos o personas en lo individual que resultan afectadas mientras el proyecto se concreta ya sea por la afectación en la circulación vehicular o peatonal, en las zanjas que se abren, en los montones de tierra que afean la imagen de las calles y luego se mete a las casas y ensucia los productos de los comerciantes y hasta hay algunas quejas de muchachas y señoras que pasan por las obras y son chuleadas con clásicos piropos de albañiles que no a todas les gustan.
Pero todo es temporal.
Recuerdo la rehabilitación de la carretera a Sauceda de la Borda, en Guadalupe, que ocasionó buen número de quejas e inconformidades de vecinos y comerciantes, también de gente que utilizaba esa vía para llegar a colonias como Las Quintas, Jardines de Sauceda o hasta incluso aquella comunidad, y las obras alargaban su trayecto.
A los comercios se les desplomaron las ventas y tuvieron afectaciones económicas y los reclamos se hicieron oír uno tras otro al gobierno municipal porque rechazaban esa obra.
Total que concluyó y ahora se ve muy bonita, es de mucha utilidad y ha dado fluidez a la circulación vehicular; los inmuebles a lo largo de la avenida elevaron su valor y se incrementó la cantidad de comercios. No hay mal que por bien no venga.
Ahora que se viene el viaducto elevado, la situación es similar pero en mayores proporciones, y ya hemos visto que es mucha la inconformidad de distintos sectores, no solamente de vecinos y comerciantes, sino también de organizaciones y asociaciones civiles, de colectivos y de cámaras; se han hecho foros y se ha buscado que la obra sea socializada, pero sigue el rechazo.
La situación ha llevado al encono, a la confrontación, entre los gobiernos municipal de la capital y el del estado, por las facultades normativas que tienen el uno y el otro, pero ahora yo veo que más que esto se trata de una confrontación política y de medir fuerzas aunque, de antemano, se vean disparejas.
Habrá que ver a quién le trae el regalo de Navidad el niño Dios: a quién le concede lo que pide, lo que quiere o lo que necesita, o si lo trae aunque no lo pida ni lo quiera...
De mi cuenta lo que yo pido para todos ustedes amigos lectores es SALUD, SALUD, SALUD.
¡FELIZ NAVIDAD!