Hablemos de seguridad… y algo más | La antropología y criminología en la prevención
“Los crímenes y los criminales son producto de la sociedad, y a la vez, instrumentos y víctimas de la misma sociedad…”
Diego Varela de León*
Sin duda las diferentes materias que intervienen en el tema que nos ocupa como lo es el de la prevención, son por demás interesantes y entre algunas materias en las que tenemos que ahondar para interpretar lo que todos los días estamos viviendo y padeciendo y por ende poder dilucidar las mejores formas y modos de poder realizar un abordaje adecuado y entre esas materias está el estudio de la antropología con sus diferentes ramas como la antropología social y cultural, la antropología biológica y física, la antropología criminológica y esta última con sus dos campos como lo es la antropología física y la antropología social, y explicando de forma general y breve adentrándonos un poco en el tema de la antropología según el Centro de Estudios Antropológicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) asentó que la antropología: “Estudia a la humanidad, sus sociedades del presente y del pasado, así como las diversas culturas y formas de organización e interacción social que ha creado. Conoce y analiza la diversidad étnica, los procesos de continuidad y cambio sociocultural, las formas de organización social y, en general, todas las expresiones de la variabilidad humana. Incursiona en el conocimiento del proceso de hominización y, en ese marco, analiza la co-evolución del homo sapiens con otras especies animales y su relación con el medio ambiente”. Igualmente, el centro Universitario Internacional de Barcelona (UNIBA) cita que la antropología es: “La ciencia que estudia al ser humano de manera holística, aunando en una sola disciplina metodologías y enfoques propios tanto de las ciencias naturales como de la ciencia sociales y humanas, así como de la filosofía, analiza el origen y la evolución de los comportamientos sociales a través del espacio y el tiempo, en todas sus dimensiones”.
Empapados brevemente de que se encarga la antropología en general, y más específicamente en el tema de la prevención respecto a la antropología criminológica según el maestro Jorge A. Pérez López, nos orienta y cita que: “La Antropología Criminológica, es la disciplina que se ocupa de la investigación y desenvolvimiento teorético de los factores primordialmente biológicos, que intervienen en la génesis de la personalidad antisocial y de la delincuencia, como factores predisponentes y potencialmente activables, en la interacción sociocultural, sean hereditarios, constitucionales o adquiridos, es el estudio del hombre delincuente efectuado con los mismos métodos, con los que la antropología general estudia al hombre normal, es decir, utilizando y desarrollando nociones de anatomía, fisiología, psicología, etnología, demografía y filología, es pues toda la antropología general, aplicada al estudio del hombre, normal o anormal, en cuanto a su actividad delictiva, orientada a la ciencia de las causas y de los efectos auto-individuales del delito”.
Ahora bien derivado de lo anterior según el padre de la criminología Cesare Lombroso en su teoría del delincuente nato propuso en su momento que ciertos individuos presentaban rasgos atávicos, es decir características físicas primitivas o ancestrales que les predisponían a la criminalidad y sugirió que dichos individuos representaban una forma biológica distinta y más primitiva, que según Lombroso esas características evolutivas regresivas hacen que los delincuente sean más propensos al comportamiento antisocial, todos los estudios de este autor y su legado fueron fundamentales para comprender la historia y el desarrollo de la criminología, y abrieron las puertas del conocimiento que han superado los indicadores propuestos por el autor en comento con enfoques más modernos que tienen en cuenta diversos factores biológicos y sociales, por lo que actualmente se niega la existencia de un “delincuente nato” o “delincuente predeterminado” por rasgos físicos o fisiológicos, pero no por ello se va a restar importancia a diversos factores biológicos que pueden influir en el comportamiento social desviado, no como un factor determinante o predisponente, sino como un coadyuvante de alguna conducta desviada, teniendo en consideración que el ser humano es una unidad biológica cuyas alteraciones o lesiones inciden en el comportamiento, como es el caso de diferentes trastornos neurofisiológicos de diversa índole, así como alteraciones de carácter psicopatológico. Por eso, es razonable valorar dentro de un contexto social las bases biológicas que pueden influir en la conducta humana”.
Y algunos de nuestros amables lectores se podrán preguntar que tenemos que ver con esas ciencias de estudios, y la respuesta según Ashley Montagu autor del libro “El hombre observado” cita que: “Los crímenes y los criminales son producto de la sociedad, y a la vez, instrumentos y víctimas de la misma sociedad. Un crimen es el que la sociedad elige definir como tal, y una cosa que puede ser considerada como un crimen en una sociedad puede no serlo en otra. De aquí que la sociedad sea la que defina al criminal y no el criminal que se defina a sí mismo. Y sugiero aquí que casi invariablemente la sociedad es la que hace al criminal porque los criminales, en realidad, se vuelven tales, y nacen así”. De lo anterior la importancia reviste que como sociedad estemos ilustrados en los temas que sin duda nacen de la misma sociedad en la que nos desarrollamos, tal como la contracultura, los narco corridos, la música que hace apología del delito, las series televisivas y un largo etc., pero también hay que decirlo que como sociedad somos culturalmente capaces de poder erradicar esas conductas antisociales que no son buenas en nuestro día a día, pues la prevención inicia por mí, por ti, la prevención la hacemos todas y todos.