El sentido del derecho "In actu" | XXXI Aniversario de la declaratoria de Zacatecas como “Ciudad Patrimonio de la Humanidad”
“… fiel a tu espejo diario; cincuenta veces es igual el AVE taladrada en el hilo del rosario...” Suave Patria -Ramón López Velarde
Oscar Gabriel Campos*
El 11 de diciembre la Ciudad con Rostro de Cantera y Corazón de Plata la “Deslumbrante Zacatecas”, celebró los treinta y un años de haber obtenido el título de Ciudad Patrimonio de la Humanidad, otorgado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Algunos nos preguntaremos ¿qué significa eso?, ¿qué es ser patrimonio de la humanidad?
Desde 1972, la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, adoptó el título de Patrimonio Mundial, con la finalidad de conferir a espacios naturales y culturales, tanto materiales como inmateriales, por su relevancia, importancia y excepcionalidad para la herencia común de la humanidad.
Vaya reconocimiento internacional dado a Zacatecas, sin embargo, más en específico a su casco, su centro histórico. Por su estilo arquitectónico, su preservación y su característica única de fachadas cubiertas de cantera rosa, típica de la región, con más de 400 balcones de herrería, ningún igual o parecido al anterior y por sus casonas palaciegas que se remontan desde hace 500 años, así como de sus templos religiosos y sus museos que mantienen viva las costumbres y tradiciones de nuestra gente.
Como transeúnte cotidiano de esta hermosa ciudad, no he dejado de admirarme ni un solo día, incluso sus noches son bellas con su barroco pintoresco y churrigueresco. No obstante, no debemos de conformarnos con el reconocimiento mundial de 1993, es menester recordar los títulos obtenidos a lo largo de la vida de nuestra Ciudad.
Desde su fundación el 8 de septiembre de 1546, Zacatecas ha sido protagonista de la historia, primero como Real de Minas de Nuestra Señora de los Zacatecas. Después el 20 de enero de 1548, como Ciudad de Nuestra Señora de los Zacatecas. Y en 1588 el rey de España Felipe II la nombró como la Muy Noble y Leal Ciudad de Zacatecas, por su capacidad de extracción de plata, por su posición estratégica que la hizo la “Civilizadora del Norte”, durante la etapa de expansión y conquista española más allá del norte y lo que ahora es el sur estadounidense.
Por nuestras calles pasó el Camino Real de Tierra Adentro, ruta obligada de la Ciudad de México hacia el norte de la Nueva España. Tal era su situación geográfica que durante la Revolución Mexicana tanto los revolucionarios como el bando federal, decían que quien dominara Zacatecas, tendría al país, por ser un paso obligado entre el norte y el sur de México. No en vano se tuvo el 23 de junio de 1914, la Toma de Zacatecas, la batalla más importante del conflicto revolucionario, por su relevancia estratégica, por el número de activos que participaron y por la sangre derramada. De tal suerte que, en 2010, la Legislatura Local tuvo a bien nombrarla también como Heroica Ciudad de Zacatecas.
Lo que ha generado la inspiración de poetas como Ramón López Velarde con su -Bizarra Capital- “…de Cielo Cruel y Tierra Colorada…”, o de Corridos como el de autor anónimo, interpretado entre otros por el Paisano Don Antonio Aguilar Barraza que describe con profunda emoción sucesos reales de la citada batalla, en una de sus partes se entona “…hay hermoso Zacatecas mira cómo te han dejado…”.
Esto se conmemoró hace dos días, todo ese recorrido en el tiempo. En ocasiones caminamos sin pensar que estamos recorriendo los callejones, calles, plazas, plazuelas y recovecos de la historia misma.
Retomar la llamada industria sin chimeneas “El Turismo” con atractivos para nuestros visitantes, como: la gastronomía, el arte, la cultura, la aventura que producen experiencias y emociones agradables, incluyendo como alternativa, los pueblos mágicos que también tienen atracciones que ofrecer.
En ese sentido los zacatecanos debemos ser fieles custodios del patrimonio que admira a propios y extraños, conservando este cielo azul que permite observar hacia el horizonte y por las noches las estrellas que iluminan y llenan de fe y esperanza para proseguir por amor a la humanidad.
“Ubi labor - ibiuber / Donde hay trabajo hay abundancia”
*Abogado y libre pensador